La sordera afecta sólo en España a más de un millón de personas y el 5% de los niños que nacen sufren de este problema. Además, 50% de los jóvenes de entre 12 y 35 está en riesgo de sufrir problemas auditivos por la exposición continuada a ruidos fuertes. Este miércoles 30 de septiembre se celebra el Día Mundial de las Personas Sordas y con este motivo hemos hablado con la Dra. Leslie Levano, otorrinolaringóloga.
¿Qué es la sordera?
La sordera (o hipoacusia) es un término genérico que sirve para definir el déficit funcional que ocurre cuando una persona pierde capacidad auditiva en menor o mayor grado. Según la cantidad de pérdida auditiva puede ser leve, moderada, severa, profunda o cofosis (pérdida total) y puede afectar a uno o ambos oídos.
¿Qué tipos de sordera existen?
A varios tipos que dependen del lugar donde se asienta la lesión pueden ser. La hipoacusia de transmisión se produce cuando se ve afectada la parte mecánica del oído (oído externo y oído medio), es decir, por lesión del aparato transmisor de la energía sonora. La Hipoacusia neurosensorial o de percepción, se da cuando la lesión se localiza en la parte interna del oído, las vías acústicas o del córtex cerebral auditivo. Y, por último, la hipoacusia mixta se origina por distintas lesiones coexistentes que afectan al mismo tiempo a todas o varias de las estructuras implicadas. Se podría definir como una combinación de hipoacusia de transmisión e hipoacusia neurosensorial.
¿Cuáles son las causas más comunes de la sordera?
Existen múltiples causas, puede ser congénita, un rasgo hereditario o puede ser consecuencia de una enfermedad, traumatismo, exposición a largo plazo al ruido o medicamentos agresivos para el nervio auditivo. La gran mayoría de las pérdidas de audición están relacionadas con una alteración del oído.
¿Cómo puede prevenirse?
La pérdida de audición ha sido clasificada como la 5ª causa principal de años vividos con discapacidad, por delante de enfermedades crónicas como la diabetes, la demencia o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Dentro de 30 años una de cada diez personas será sorda dentro si no se modifican ciertos factores de riesgo como la excesiva exposición a ruidos intensos, una mala alimentación y el consumo excesivo de fármacos ototóxicos.
El ruido es uno de los principales factores de riesgo. El sonido es proporcionalmente lesivo a la intensidad y al tiempo de exposición. La OMS recomienda no sobrepasar los 65 dB de intensidad de exposición al ruido, pero en bares, conciertos o festivales se superan normalmente los 110 dB. Escuchar música mediante auriculares también puede propiciar problemas auditivos si se escucha a más del 60% del volumen. De hecho, un estudio alemán reveló que un tercio de los jóvenes que utilizan estos dispositivos lo hacen volumen superior a 80 dB.
La pérdida de audición ha sido clasificada como la 5ª causa principal de años vividos con discapacidad, por delante de enfermedades crónicas como la diabetes, la demencia o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
El seguimiento de una alimentación correcta y variada puede evitar infecciones, retrasar el envejecimiento y la aparición de enfermedades crónicas y, por tanto, evitar el desarrollo de pérdida auditiva.
Además, existen una serie de factores de riesgo cardiovascular que contribuyen también a la pérdida auditiva como la obesidad, la hipertensión, el aumento del colesterol o la diabetes, además de hábitos de estilo de vida como el consumo de alcohol y tabaco o el sedentarismo. Y por último, el consumo excesivo de medicamentos ototóxicos también es un riesgo. Entre los más utilizados se encuentran la aspirina, los antiinflamatorios no esteroideos (Ibuprofeno), los antibióticos del grupo aminoglucósidos y los diuréticos.
La detección e intervención tempranas son fundamentales para minimizar las consecuencias de la pérdida de audición.
¿Cómo afecta la sordera a nivel social y psicológico a las personas que la sufren?
Actualmente con la llegada de la pandemia, el uso de las mascarillas impide una adecuada comunicación para aquellas personas que tienen problemas auditivos, por múltiples factores, dificulta la lectura visual de los gestos del interlocutor, supone complicaciones sonoras, ya que amortigua la salida de la voz y debilita los sonidos, agravándose mucho más en entornos ruidosos, y además, la distancia social supone una pérdida de seis decibelios por cada metro de distancia.
A nivel psicológico, causa un fuerte impacto en la vida cotidiana y genera sensación de soledad, aislamiento y frustración. En este sentido, colectivos de pacientes y de sociedades científicas como la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello intentan avanzar para lograr mascarillas inclusivas, con materiales plásticos homologados transparentes seguros y a precio asequibles, cuyo uso sería para los interlocutores.
¿Qué soluciones existen para combatir la sordera?
Dependiendo del tipo y el grado de pérdida, los audífonos y diferentes tipos de implantes auditivos consiguen mejorar la calidad de vida, de ahí la importancia de prestar atención a los signos de sospecha y acudir al otorrinolaringólogo para que realice una valoración de la pérdida auditiva.
Día Internacional de la sordera
El 30 de septiembre es el día elegido por la Federación Mundial de Personas Sordas (WFD) para conmemorar el Día Internacional de las Personas Sordas, que se celebra anualmente desde 1958. Es una fecha que busca sensibilizar y concienciar sobre las necesidades particulares de los sordos y la importancia de crear programas que permitan su inclusión dentro de todos los ámbitos de la sociedad. Algunos datos sobre la sordera en el mundo
Existen aproximadamente 466 millones de personas en todo el mundo que tiene algún tipo de problema auditivo, de las cuales 34 millones son niños, y el 60% de los casos en población infantil, evitables, según la OMS
Para el 2018 solo en España había 1.064.000 personas con algún tipo de discapacidad auditiva; y 5 de cada 1000 recién nacidos españoles presenta algún tipo de sordera de distinto grado.
El 50% de los jóvenes entre los 12 y 35 años de edad, están en riesgo de desarrollar algún tipo de pérdida de audición, debido a estar sobre-expuestos continuamente al ruido en diferentes contextos.
Se estima que para el año 2050, 1 de cada10 personas tendrá algún tipo de discapacidad auditiva.
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