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En marcha la campaña de vacunación antigripal entre nuestro personal sanitario

La vacunación antigripal anual de los trabajadores sanitarios es necesaria tanto para proteger su salud como para reducir la morbimortalidad de sus pacientes Aun así, solo el 30% de los sanitarios españoles se vacunan contra la gripe, y en concreto, en nuestra clínica lo hacen el 48%, cuando la OMS señala que el porcentaje necesario para generar inmunidad de grupo e interrumpir la transmisión de gripe en los centros sanitarios debería ser del 80%. El aumento de los índices de vacunación entre el personal sanitario está directamente relacionado con el descenso en la incidencia de la enfermedad y en la mortalidad de pacientes institucionalizados e ingresados.


En Asunción Klinika hemos puesto en marcha una campaña de vacunación antigripal entre nuestro personal sanitario con el objetivo de aumentar el grado de inmunidad de grupo y disminuir el riesgo de contagio a los pacientes. Los trabajadores sanitarios no solamente tienen mayor riesgo de contraer la gripe, sino que son vectores para la transmisión nosocomial de la misma. Sin embargo, los porcentajes de vacunación entre el personal sanitario a nivel estatal y a nivel del País Vasco no superan el 30% y 33%, respectivamente.


Por tí, por tod@s, Vacúnate

Para solventar esta situación, hemos puesto en marcha una campaña interna bajo el título “Por Ti, Por Tod@s, Vacúnate”, que buscará concienciar al personal sobre la importancia de la vacunación mediante cartelería, informaciones relativas en su intranet, formación y sesiones clínicas. La campaña, que está promovida por el Grupo de Trabajo de Enfermedades Respiratorias del centro, liderado por la neumóloga Itxaso Sayago, ha comenzado esta semana y se alargará hasta diciembre.


“Con un 48% de personal vacunado en la campaña 2018-19, podemos decir que el porcentaje de vacunación en nuestro centro es más alto que la media”, explica la Dra. Sayago, “sin embargo, estamos lejos del 80% que la OMS considera necesario para poder generar inmunidad de grupo e interrumpir la transmisión de gripe en los centros sanitarios”. “Está demostrado que el personal sanitario es una potencial fuente transmisora de la gripe para pacientes en los que la enfermedad puede expresarse con mayor gravedad y ser causa de muerte con mayor frecuencia. De hecho, el aumento de los índices de vacunación entre el personal sanitario está directamente relacionado con el descenso en la incidencia de la enfermedad y en la mortalidad de pacientes institucionalizados e ingresados”, añade la neumólogo de nuestro centro.


Entre el 10-20% de la población

La gripe afecta a entre el 10-20% de la población mundial y está asociada a un incremento de la hospitalización y la mortalidad durante los periodos de actividad epidémica. En Europa, se estima que la mortalidad anual atribuible a la gripe varía entre 5400 en los años más benignos y 79.200 en los peores, con una media de 38.500. En el País Vasco, durante la campaña del pasado año, se registraron 1662 casos de personas hospitalizadas con gripe confirmada, de los cuales 435 estuvieron graves. El número de personas que fallecieron por la gripe fue de 79. Y la mitad de todos ellos no estaban vacunados, según los datos de Osakidetza.

La gripe es causada por el virus influenzae que se transmite de persona a persona. Se transmite a través de gotas en aerosol procedentes de secreciones bronquiales o saliva que contengan algunas de ellas, que son emitidas con la tos o estornudo, o sólo al hablar. Generalmente se requiere una distancia cercana, de menos de 1 metro.

En España las vacunas son de virus inactivados

La vacunación frente a la gripe estacional, constituye junto a las medidas de higiene (lavarse las manos a menudo, ponerse un pañuelo al estornudar o toser), una de las principales medidas preventiva para evitar la difusión de la gripe y las complicaciones que puedan derivarse en los grupos de riesgo: enfermos crónicos, las mujeres embarazadas y personas de más de 65 años. Las personas que pertenecen a grupos de riesgo de contraer la infección deben vacunarse cada año porque la vacuna confiere una protección estacional. Las cepas circulantes cambian y puede haber pequeñas mutaciones antigénicas que impliquen que los anticuerpos que desarrollen frente a la vacuna no sean tan eficaces.

La inmunidad frente al virus tarda en desarrollarse unas cuatro semanas y el pico de la epidemia de gripe se suele producir en enero o febrero. Por eso, es aconsejable vacunarse un par de meses antes para desarrollar los anticuerpos contra el virus de la gripe y estar preparados frente a la infección.

El personal sanitario, es consciente de las consecuencias de la gripe y tiene conocimiento sobre dichas medidas de prevención, aconsejando a los pacientes a cumplirlas. A pesar de ello, aún existe reticencia entre el personal sanitario a la hora de vacunarse. “Según los estudios realizados sobre la materia, las principales razones que esgrimen los sanitarios para no vacunarse es una percepción errónea del bajo riesgo de contagio, la preocupación por los efectos secundarios de la vacuna e incluso por compañeros no vacunados”, continúa la Dra. Sayago. En lo que respecta a los posibles efectos secundarios, la Dra. señala que “las vacunas de la gripe disponible en España, que son las que se administran tanto a los pacientes como a los sanitarios, son todas de virus inactivados, es decir, muertos, de forma proporcionan inmunidad sin provocar ningún síntoma ni signo de infección, a no ser que nos encontremos bajos de defensas o con signos de infección”.

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