Se estima que el 80% de la población sufrirá alguna vez en su vida un episodio de dolor de espalda y de estos, el 60% serán lumbalgias y el 30% dolores de origen cervical. Por eso, el Dr. Francisco Fasano, cirujano de columna de Asunción Klinika, ofrecerá la charla ‘Lumbalgias y cervicalgias: Prevención y tratamiento’ el próximo 14 de Julio, jueves, a las 18h en el Tinglado (Tolosa).
¿Por qué sufrimos tanto de dolores de espalda? El dolor de espalda es una de las patologías más extendidas a nivel mundial y su origen puede deberse a múltiples factores, si bien una gran parte de ellas están asociadas al proceso degenerativo natural de la columna vertebral causado por el envejecimiento. De entre ambas dolencias, la lumbalgia es la más extendida, ¿qué hay detrás de ella?
Una de las causas del dolor lumbar suele ser la distensión de algún ligamento o músculo de la espalda, que puede producirse al levantar peso o realizar un movimiento brusco. Para tratarla suele bastar con analgesia puntual, reposo y sesiones de rehabilitación. También son recomendables actividades como el aquagym, yoga o pilates. Otra causa muy común es la hernia discal. En estos casos hablamos de ciática y el dolor se produce porque el nervio ciático queda comprimido, irradiando hacia las piernas. Para tratarlas puede ser necesario dar un paso más e ir hacia bloqueos radiculares o intervenciones quirúrgicas, dependiendo de la intensidad de los síntomas y hallazgos radiológicos.
El exceso de peso, trabajos de impacto o tabaquismo son factores de riesgo en la aparición de hernias discales
¿Las cervicalgias suelen tener mejor pronóstico que las lumbalgias?
La mayor parte de las cervicalgias suelen ser de tipo muscular y se curan en menos de dos meses por si solas o con tratamientos sencillos como la rehabilitación o los fármacos orales. También pueden producirse por el desgaste de los discos que separan las vértebras y, en menor medida, podemos encontrarnos con cervicalgias que son un síntoma de un tumor en la zona. ¿Por qué se producen las hernias discales? ¿Pueden prevenirse?
Se trata de una patología que afecta tanto a gente joven como a personas mayores. Con los años, los discos pierden flexibilidad, aumenta el riesgo de rotura o desgarro y se producen las hernias. En cualquier caso, también existen factores de riesgo que, si se evitan o controlan, pueden ayudar a prevenir o retrasar su aparición: exceso de peso, trabajos de impacto, tabaquismo, traumatismos… Una buena higiene postural también es fundamental.
¿Cuál es el tratamiento más habitual de las hernias?
Depende de la intensidad de los síntomas del paciente y de las imágenes que se aprecian en la resonancia magnética, si bien, antes de llegar a la cirugía se prueba con opciones conservadoras. Se empieza con tratamientos analgésicos acompañados de rehabilitación. Si no se aprecia mejoría sustancial en el paciente se pasa a los bloqueos radiculares selectivos. En última instancia y si los métodos anteriores no han sido eficaces, se optaría por la cirugía de columna, que puede ser abierta convencional o mínimamente invasiva.
¿Operar la columna es lo mismo que operar otras partes del cuerpo?
Definitivamente no. La columna tiene una anatomía especial y única. Además, hay todo un inconsciente colectivo con miedo de quedar en silla de ruedas si te la tocan. Pero lo cierto es que las técnicas de cirugía de columna han evolucionado mucho. Antes eran mucho más agresivas, con incisiones muy grandes, muchos días de hospitalización y gran dolor postoperatorio. Ahora se trabaja con técnicas de mínima invasión, cirugía percutánea y mínimamente invasiva. Las incisiones son más pequeñas y cosméticas y los abordajes están mucho más acotados. Esto reduce el tiempo en quirófano, la pérdida de sangre y facilita una pronta recuperación.