La semana pasada 28 kanala se puso en contacto con el Departamento de Comunicación de Asunción Klinika para conocer cómo el Covid-19 ha influido en el día a día de la Clínica de la Asunción. Por eso, varias compañeras de la clínica han decidido publicar la realidad de su día a día a través de un reportaje de vídeo.
Situación actual en la piel del grupo de trabajo de la planta baja 2
Actualmente toda la planta 2 está destinada a los positivos COVID-19. Toda la clínica se ha reconvertido a la situación y ha sufrido cambios importantes tanto en la organización del edificio como en la organización del personal. El resto de plantas se han organizado para personas con otras patologías. "En las diferentes zonas comemos diferentes EPI: en la planta de positivos unas mascarillas y unas pantallas, y en la de negativos otras EPI cambiadas" reconocen enfermeras de la Clínica. Todas las unidades están movilizadas: en la planta de medicina interna, cardiología y neurología se tratan los positivos COVID-19, mientras que en la planta de cirugía y traumatología se tratan pacientes con el resto de patologías. Además, se ha creado una nueva unidad para las personas que ante esta situación esperan resultados: según el resultado descienden a una planta u otra. El quirófano, no se trata nada programado sino que solo se atienden urgencias. La unidad de la UCI está reforzada y todas las consultas externas cerradas, ya que los trabajadores que trabajaban en ella han venido a la Clínica para ayudar. "Se les hace analíticas y protis en urgencias y el tiempo de espera es bastante largo, así que mientras tanto cuidamos de los pacientes como si fueran positivos hasta que nos llegan los resultados dese Donosti. Y antes, el negativo baja a la planta de negativos y el positivo donde los positivos.", dice Esther Sánchez, enfermera de quirófano. La enfermera Idoia Ruiz confiesa que las personas que son positivas están muy desanimadas "las personas que son positivas, como las demás o más, sienten miedo: no quieren ver la tele, escuchar la radio, leer periódicos... no quieren saber nada porque ellos son parte de eso. Es muy duro verlos así."
Para evitar la tensión que suponía el cambio diario de protocolo, en un primer momento se elaboró un protocolo interno desde la Clínica, sumando todos los protocolos y comunicando los cambios que se percibían: "Trabajamos como un hospital comarcal, así que las normas y protocolos nos llegan de Donosti, aunque en un principio nosotros hicimos un protocolo interno adaptándonos a nuestra situación e incorporando actualizaciones de los componentes para evitar la tensión que nos producía el cambio diario", dice Onintze Hartsuaga "Tenemos material de momento, no nos falta, pero es verdad que desde la última semana nos están comunicando el problema de traer material nuevo", ha señalado.
Para el personal de la clínica no está siendo una tarea fácil emocionalmente, ya que al ver a compañeros y amigos pasándolo mal "no poder ir a abrazarles" es difícil. "Es duro, estás pensando en mil cosas aparte del trabajo y sientes mucha impotencia.", confiesa Ana Belén Martínez. No obstante, se mantienen optimistas con el hecho de que el equipo de la clínica "en general somos un grupo de trabajo bonito porque nos ayudamos mucho entre nosotras. Los pacientes también perciben eso, nos aplauden "
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