Hoy, 28 de mayo, se celebra el Día mundial de la nutrición. Un momento ideal para concienciarnos de lo necesario que es llevar unos buenos hábitos alimenticios. La nutrición es fundamental en la vida de cualquier persona, ya que de eso dependerá en gran medida, el estado de salud de las mismas. Poder ayudar a las personas en mejorar su salud con unos buenos hábitos es algo que, cómo dietista-nutricionista, le llena de satisfacción y alegría a nuestra dietista-nutricionista Ariane Nuñez. Hoy ha querido preparar un post especial para conmemorar este día.
El motivo más conocido para acudir a un dietista es cuando se necesita una pérdida de peso, pero además también podría ser útil para ganar peso, para mejorar la alimentación de los más pequeños de la casa, para mejorar la calidad de vida de las personas con intolerancias, alergias o problemas intestinales, para casos de embarazo, lactancia o preconcepción y para organizar una pauta correcta para las personas que deciden optar por una alimentación vegetariana o vegana, entre otras.
La prisa en la pérdida de peso es como la rapidez al volante: puede que la urgencia te lleve antes a tu destino, pero el riesgo de dañar tu salud por el camino, se multiplica.
Es muy importante aprender una buena educación alimentaria para después poder mantener esos hábitos adquiridos. Por este motivo, los dietistas-nutricionistas descartamos las “dietas milagro”. Ahora que se acerca el verano, empezamos a escuchar la palabra “dieta” y la asociamos a tortura; a morir de hambre, comer aburrido y sin sabor. Así, es lógico que queramos hacerlas la menor cantidad de tiempo posible; mientras más peso perdamos y más rápido ¿mejor?
Pero, ¿cuánto tiempo te ha tomado subir de peso? Por lo general, varios años ¿cierto? No puedes pretender perderlo todo en una semana. Además, existe una frase muy conocida “lo que llega fácil, fácil se va”; en este caso, si pierdes kilos muy rápido y sin esfuerzo, lo más probable es que los recuperes rápidamente. Si te prometen una pérdida de peso mayor de 1kg a la semana puedes estar seguro de que una parte del peso perdido será a costa de tus músculos y que las posibilidades de un efecto rebote se multiplican.
Existen múltiples dietas impulsadas por famosos: las dietas détox o depurativas a base de zumos y batidos “détox”, dietas cetogénicas, dieta del pomelo o del sirope de ágave, dieta de la alcachofa, etc. te suena alguna, ¿verdad? Y, si no te suena, te recomiendo que cojas una revista que seguro que aparece otra nueva “dieta”.
Pero, ¿por qué no es bueno perder mucho peso en muy poco tiempo con este tipo de dietas? Por tres razones importantes:
Puedes perder masa muscular.
La grasa corporal (que es lo que queremos eliminar) se “quema” en el músculo; si perdemos masa muscular, perdemos capacidad de quemar grasa. Incluso podemos vernos delgados, pero tener un porcentaje de grasa muy elevado y poco saludable.
Al disminuir demasiado las calorías el cuerpo entra en un estado de “ahorro”: lo poco que recibe, lo aprovecha al máximo. Luego, cuando volvemos a comer “normal” o como antes, todo lo asimila mucho más y recuperamos el peso perdido o incluso ganamos más, lo que es el consabido efecto yo-yó.
Y, ahora te voy a decir cuál es la mejor dieta, es LA ADHERENCIA. Esta palabra significa el grado en el que la conducta de un paciente (cambio de hábitos alimentarios) se corresponde con las recomendaciones acordadas con el profesional. Y sin esta adherencia no hay dieta que valga, sin adherencia no hay cambios duraderos.
Voy a poneros un pequeño ejemplo: “la prisa en la pérdida de peso es como la rapidez al volante. Puede que la urgencia te lleve antes a tu destino, pero el riesgo de dañar tu salud por el camino, se multiplica.”
La pérdida de peso con salud es aquella que se da como consecuencia del disfrute. Es decir, debemos ser conscientes de lo que debemos modificar, pero también disfrutar del proceso y hacerlo un nuevo estilo de vida; dejar de contar calorías y empezar a apreciar los alimentos por ser naturales, por su sabor y por lo que nos aportan nutricionalmente.
