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Rizartrosis: Síntomas, Causas y Tratamiento

Actualizado: 6 may 2021

El Dr. Javier Corredor, especialista en Cirugía de la Mano, nos cuenta qué es la rizatrosis de la mano, cuál es su origen y qué opciones existen para su tratamiento.


¿Qué la rizartrosis?

La rizartrosis es una patología inflamatoria crónica, que afecta especialmente a las mujeres. Se trata de una clase de artrosis que se genera en la articulación trapecio-metacarpiana, afectando concretamente al pulgar de la mano.


¿Por qué se produce la rizartrosis?

El envejecimiento del cartílago situado entre el primer hueso metacarpiano y el trapecio hace que este se desgaste de la zona, causando una inflamación crónica. Aunque el envejecimiento es la principal causa de esta enfermedad, también puede darse por fracturas previas y también puede estar causada por enfermedades reumáticas como la artritis reumatoide.


¿Qué síntomas tiene la rizartrosis?

El principal síntoma de la rizartrosis es fuerte dolor en la base del pulgar que, además, no cede. A este dolor, hay que sumarle otros síntomas como hinchazón de la zona, sensación de rigidez en la articulación y dificultad para realizar gestos manuales. También son muy característicos los ruidos y chasqueos que se producen cuando se ejecuta un movimiento de la articulación.


¿Es posible prevenir la rizartrosis?

Al tratarse de una enfermedad vinculada con la edad, es difícil dar unas pautas claras para su prevención, si bien es cierto que evitar la sobrecarga de la zona puede ayudar a retrasar el desgaste del cartílago.


Los principales síntomas del túnel carpiano suelen ser entumecimiento, cosquilleo y dolor, en los dedos pulgar, índice, medio y anular. Este dolor o cosquilleo puede incluso extenderse hasta el hombro. El síndrome del túnel carpiano también puede provocar debilidad y torpeza en la mano

¿Cómo puede tratarse la rizartrosis?

La rizartrosis puede abordarse de dos maneras. O bien, tratar simplemente sus síntomas, es decir buscar un alivio sintomático de la inflamación y el dolor y conseguir una mejora de la movilidad articular mediante reposo, medicamentos antiinflamatorios, sesiones de rehabilitación o el uso de férulas durante la noche.


Cuando estos tratamientos no son suficientes para permitir al paciente llevar una vida normal es recomendable optar por la cirugía. En este caso, hay dependiendo del paciente y su estado, hay diferentes tipos de intervenciones. En general, el resultado de este tipo de intervenciones suele ser muy satisfactorio y los pacientes pueden retomar rápidamente su vida normal.



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